Comenzamos nuestro viaje hacía este, los fiordos del Este no son solo una parada fugaz entre las maravillas del sur y del norte de Islandia, son mucho más.
Es la región menos conocida y menos explorada de Islandia para los visitantes, pero no por ello deja de tener todo el encanto de unos paisajes increíbles rodeados de montañas
Después de algunas paradas para admirar toda esta región de Islandia, paramos en un pintoresco pueblecito pesquero, Djúpivogur, donde aprovechamos para comer una deliciosa comida casera en Framid Hotel. La amabilidad de los islandeses se nota en cada rincón del país. Aquí además, hemos contado con la cordialidad de un gaditano que se vino a este país para conocerlo y decidió quedarse a vivir, no me extraña en absoluto, porque este lugar es ideal para vivir.
Para los islandeses, los elfos existen y esto es una cuestión que no se discute. Así que prepárate para vivir con estos pequeños duendecillos que habitan en esta singular isla en una realidad paralela, donde también tienen cabida los troll y las hadas.
En Djúpivogur tienen algunas de sus casitas, y hasta puede que estén a tu lado mientras visitas este diferente y singular pueblecito.
Olvídate del estrés, de las prisas, del bullicio, de las aglomeraciones y disponte a disfrutar de los paisajes, de los espacios abiertos y de la magnitud de los fiordos. En este pueblo la gente vive tranquila, lejos del turismo y del ajetreo.
Los habitantes de Djúpivogur abogan por preservar su esencia, de hecho; desde 2013 se han adherido al movimiento Cittaslow, un movimiento que nació en Italia en 1999. Su filosofía es velar por el desarrollo de las pequeñas poblaciones que cuentan con menos de 50.000 habitantes, cuidando sobre todo la calidad de vida de los habitantes y de los visitantes. Tratan de evitar las prisas valorando el ritmo natural del tiempo y de las estaciones, comen despacio disfrutando de los alimentos de temporada, comprando en los pequeños comercios locales. Fomentan la utilización de recursos propios, cuidando todo el entorno, con gran respeto hacia su historia y tradiciones. Este movimiento cuenta con 272 poblaciones, Djúpivogur es la única población islandesa que se unió a Cittaslow
Djúpivogur, significa "Bahía profunda", se encuentra a la entrada del fiordo Berufjödur, rodeado de la montaña Búlandstindur, con forma prácticamente piramidal.
Cuentan las tradiciones locales que está montaña tiene poderes especiales y durante el solsticio de verano puede conceder deseos a quienes se los pidan; ya sabes, si quieres un deseo tendrás que acudir en verano para que este se haga realidad. Tendré que volver en verano 🤔
Este pueblecito se dedica al comercio desde 1589 y tiene una gran actividad de intercambio comercial con Alemania.
Nos sorprenden una fila de esculturas de granito, que se encuentran al aire libre bordeando la bahía. Se trata de 34 huevos del famoso artista islandés Eggin í Gleðivík, representan las 34 especies de aves que habitan en esta zona.
No solo los paisajes son de una increíble belleza, las casas que rodean todo el entorno, forman parte de este idílico lugar. Si buscas en internet esta población, te aparecerá la casa negra con el tejado rojo, es la más fotografiada de este encantador pueblecito de elfos e islandeses.
Con pena de abandonar este maravilloso lugar, debemos continuar nuestro viaje. Os seguiré contando más historias sobre las poblaciones que rodean estos fiordos del este, en la siguiente entrada de "Más allá de tu ciudad"
✍🏼 María Carrión
📷 María Carrión
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