Islandia 🇮🇸 VII. En la tierra del fuego 🔥 y hielo. Primer día: Circulo Dorado. Kerid

Esta tierra de hielo y fuego, es un paraíso natural. Las gélidas fuerzas de los glaciares y el clima ártico se enfrentan en una lucha constante con el explosivo calor de la Tierra. El resultado es, un espectáculo de contrastes asombrosos, en un paisaje de austera belleza que te queda sin palabras.
Todas estas extensas llanuras de piedras volcánicas cubiertas de musgo, montañas 🏔de lava, lagos geotérmicos, cuevas de agua azul, grietas en la tierra y un largo etc… no sería posible sin la fuerza de los volcanes islandeses, esta fuerza define la naturaleza de este increíble país, creando un paisaje digno de ser fotografiado o pintado. Esta tundra de arena negra de cumbres escarpadas y enormes cráteres nos deja a los humanos para que disfrutemos ante tanta belleza. 
Admirando esta maravilla, te das cuenta que la mano del hombre no es necesaria en esta parte recóndita de nuestro planeta. La naturaleza por sí sola, ha conseguido que Islandia 🇮🇸 sea única.
Las fuerzas volcánicas que laten bajo la superficie terrestre dan lugar a las maravillas más populares de este país:
_Los manantiales termales naturales.
_Los explosivos géiseres. 
_Los efectos de erupciones pasadas, que dan lugar a cuevas de lava, a paredes hexagonales de columnas de basalto, a escarpadas montañas negras, a campos de lava negra llenos de musgo y otros accidentes geográficos dignos de admirar en estos paisajes islandeses.


En Islandia hay aproximadamente, 130 volcanes activos e inactivos, repartidos por todo el país excepto en los Fiordos del Oeste. Existen unos 30 sistemas volcánicos activos, ¿os imagináis lo que supone la fuerza de estos 30 sistemas volcánicos en erupción? Mejor lo dejamos para la cinematografía de ficción, y para los vulcanólogos.
La única región de Islandia que no presenta actividad volcánica, son los Fiordos del Oeste, debido a la masa continental de este país formada hace unos 16 millones de años, y se ha ido alejando de la dorsal Mesoatlántica
Los Fiordos del Oeste son la única parte del país en la que hay que calentar el agua con electricidad, en lugar de calentar el agua geotérmicamente.



El vulcanismo de Islandia se debe al hecho de que el país se asienta directamente sobre la dorsal Mesoatlántica, que separa las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia. Islandia es uno de los pocos lugares de la Tierra donde esta dorsal puede verse por encima del nivel del mar.
Estas placas tectónicas son divergentes, se van separando la una de la otra. Al hacerlo, el magma del manto emerge para llenar el espacio que va creándose, y lo hace en forma de erupciones volcánicas. El fenómeno ocurre a lo largo de toda la cordillera, y puede observarse en otras islas volcánicas, como las Azores o Santa Elena.



La erupción más reciente conocida en Islandia ocurrió en Holuhraun, en las Tierras Altas en 2014. El volcán Grímsfjall registró asimismo una corta erupción en 2011, y la más famosa en nuestra época actual, fue la del volcán Eyjafjallajökull que causó serios problemas en 2010 en toda Europa. 
La recuerdo muy bien, ya que debido a la erupción del 14 de abril de 2010, este volcán arrojó ceniza volcánica en la atmósfera, llegando a cerrar el espacio aéreo de parte de Europa, afectando a muchos pasajeros durante una semana. En esa semana yo me encontraba en Egipto, y a pesar de la tragedia, paradójicamente nosotras pudimos disfrutar de este país sin apenas turistas.




Cuando se habla de erupción "conocida" es debido a que se sospecha que se han producido varias erupciones volcánicas subglaciales en diferentes lugares del país, que no llegaron a romper la capa de hielo, entre ellas, la de Katla en 2017 y la de Hamerinn en 2011.



Kerið, es un lago de cráter volcánico ubicado en el área de Grímsnes, al sur de Islandia, en la popular ruta turística del Círculo Dorado.




Es uno de los múltiples lagos de cráter que tiene la caldera más intacta y visualmente identificable. La caldera, de alrededor de 3000 años de antigüedad, está compuesta por roca volcánica roja, en vez de negra, como sucede con el resto de roca volcánica de Islandia. Mide aproximadamente 55 metros de profundidad, 170 metros de ancho y 270 metros de largo.



La mayor parte del borde del cráter tiene una inclinación considerable, está cubierta de vegetación pequeña, una parte más pequeña tiene una inclinación más leve y cubierta de musgo,que podemos descender fácilmente hasta llegar a orillas de este grandioso cráter.






El lago tiene una profundidad entre 7 y 14 metros. Es opaco y de color aguamarina debido a los minerales del suelo.


Se puede descender hasta el interior de este cráter y observar el bonito color que queda reflejado en el agua.


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María Carrión
📷 María Carrión

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