Islandia 🇮🇸 XXIII. En la tierra de fuego 🔥 y hielo ❄️. En las tierras altas. La granja más alta de Islandia. Möðrudalur

Tener una casa bonita y confortable es una de las cosas más importantes  en la vida del típico islandés. Confortable porque los islandeses pasan mucho tiempo en el interior de sus casas, bonita para competir con sus vecinos. 

La mayoría de los islandeses prefiere comprar a alquilar, es un poco parecido a lo que nos pasa a los españoles. 

Tener una casa en propiedad es muy importante para ellos, igual que amueblar sus casas con los mejores muebles del mercado o todo tipo de utensilios que mejoren la calidad de vida dentro del hogar.

Los islandeses pasaron mucho tiempo viviendo en casas de césped, la mayoría de las veces construidas encima de los establos, aprovechando el calor generado por los animales para mantener las casas calientes. Como si lo llevaran impreso en sus genes, ese anhelo de querer vivir mejor que en épocas anteriores, lo que les motiva para acondicionar sus hogares en las mejores condiciones  posibles.

Las casas de turba, son construcciones hechas con musgo en el tejado para optimizar mejor las condiciones climáticas. 

Debido a la cercanía del círculo polar ártico y a su legado pasado, los islandeses construían sus viviendas con grandes muros de piedra, estructuras de madera de álamo y abedul, revestidas de musgo para conservar y evitar que se desmoronasen los muros de piedra, así mantenían la temperatura y el ambiente dentro del hogar. Hoy en día es una de las claves para las construcciones de casas con equilibrio sostenible. 

En nuestro trayecto hacía el norte hemos hecho una parada en "La granja más alta de Islandia"

Nos hemos sentido confortablemente bien, después de tomar un chocolate caliente para entrar en calor, hemos disfrutado de todo el entorno de la granja y hemos admirado las casas de turba. 

En Möðrudalur siempre existió esta granja, era un asentamiento en tiempos antiguos, donde se encontraban varias encrucijadas importantes y sendero de obispos. Para los aficionados a la serie vikingos, podéis leer más sobre este lugar en la saga de  Hrafnkell Freysgoði.

En el mismo lugar se encuentra una pequeña iglesia sencilla, sin apenas adornos, como buena doctrina luterana. 

A pesar de que en los primeros años los islandeses fueron paganos, con la cristianización de la isla en el año 1000, se empezó a imponer el luteranismo. El último obispo católico fue decapitado en 1550 junto con sus dos hijos, posteriormente el país se convirtió totalmente a esta religión. Esta iglesia permite la ordenación de mujeres y bendice la unión del mismo sexo.

Después de este agradable alto en nuestro camino, continuamos hasta el siguiente destino.

El resto del trayecto tendremos a las montañas como compañeras de viaje, haremos otra pequeña  parada más para disfrutar de todo este paisaje.

Os espero en la próxima entrada de "Más allá de tu ciudad"

✍🏼Texto y 📷 Fotografías: María Carrión